Carlos Arizmendi (h), un  joven, con ímpetu y firme decisión de convertirse en un actor, solidario, compañero, altruista y con empatía con su comunidad.
Carlos, ingreso como cadete y desde muy joven ha transitado un camino intachable, de honestidad y dedicación a su pasión de ser bombero.
Eran tiempos difíciles, donde ha podido ser parte de las transiciones y evoluciones del cuerpo de bombero, tenaz, terco, dedicado y apasionado, con un gran sentido de pertenencia.
Sin dudas, ha dejado un camino, con una trayectoria, llena de experiencias y anécdotas que en algún momento pediremos que cuente.

Seguramente y lo sabemos, no fue una decisión fácil, pero convencidos que lo seguiremos teniendo en otras actividades, desde otro lugar, apoyando y haciendo.

Gracias Carlos por lo servicios prestados,  gracias a su familia, padre, madre, esposa, hijas y nietos, que durante mucho tiempo fueron un pilar fundamental y testigos de su vocación y  pasión de servir.