“Desparramado” –como también lo llamábamos quienes tuvimos el placer de conocerlo- nació un 13 de Junio de 1939, arribando a nuestra ciudad unos años después, siendo un niño, en la década del ´50. Fue en estas latitudes, en la escuela N° 1 “Domingo Faustino Sarmiento”, donde inició y finalizó sus estudios.

                         Siempre fue un hombre trabajador y solidario. Laboralmente, durante muchos años, se desempeñó trabajando en Vialidad Nacional y realizando trabajos particulares en su pequeño taller de chapa y pintura. Paralelamente, fue en estos tiempos, cuando comenzó a dar sus primeros pasos como “bombero” junto a otros vecinos del barrio Solier, que colaboraban y daban asistencia al Cuartel Central. Del mismo modo, siempre formó parte de distintas asociaciones, clubes, organizaciones, comisiones y cooperadoras, desde escolares hasta civiles, ayudando en distintas facetas de las mismas. Siempre lo caracterizó su gran corazón, amor al prójimo y una vida al servicio de la comunidad.

                         Respecto a nuestra institución, Don Carlos ha estado junto a nosotros desde nuestros comienzos. Siempre fue un vecino atento, que respetaba y valoraba nuestra labor, y que estuvo presente en los tiempos más duros. Si bien no fue “oficialmente” un bombero, se comportó toda su vida como tal, nos traía café los días de frío, socorría a los vecinos saliendo en las primeras unidades y abría los portones para dar paso a los camiones con rumbo a una emergencia. En los últimos años, se atrevió a involucrase aún más, formando parte de nuestra Comisión Directiva.

                         Su gran pasión por ayudar al prójimo y su amor por nuestro Cuartel, fue transmitido al mayor de sus hijos varones, Carlos, quien desde pequeño forma parte de la institución, siendo hoy nuestro Comandante, y el gran orgullo de su familia y en especial de su padre.

                        Vamos a recordarlo siempre “Carlos Viejo” como un hombre de bien, buen esposo, padre, abuelo y bisabuelo, excelente vecino, querido y respetado por todos. Que descanse eternamente en paz y Dios ilumine a su familia en tan difícil momento. En especial a su señora esposa Lila y su hijo Carlos, Comandante de nuestro Cuartel.

Carlos Antonio Arizmendi Soto

(1939-2014)